El informe de 2014 de la Autoridad Nacional del Tráfico Seguro en Autopistas indicó que en ese año ocurrieron 4.86 fallecimientos por causa de accidentes con motocicletas. Ciertamente hubo un pequeño descenso on relación al informe del año anterior, pero eso no representa para los familiares de las víctimas ningún consuelo y lo cierto es que el uso de las motos para poder desplazarse más fácilmente en medio del tráfico de la ciudad se incrementado exponencialmente desde aquella época hasta nuestros días, con el consiguiente riesgo que representa para aquellos que conducen esta clase de vehículos tener una colisión, porque los motorizados no disponen de mayores medidas de seguridad, que el uso de un casco protector, por lo que corren el peligro de resultar gravemente lesionados en cualquier choque, o peor aún, fallecer como consecuencia del mismo.
Con sólo echarle un vistazo a la potencia y a los elementos más sencillos que implica manejar una moto, puede darnos una idea de los riesgos que representa conducirlas por las vías públicas y no solamente para aquel que las conduce, sino para cualquier otro usuario de las mismas, bien sea auto, camión o viandante que se vea involucrado en un incidente vehicular con una motocicleta. No obstante, las motos siguen siendo las preferidas de muchos individuos por la emoción que representa manejarlas, por razones de comodidad y libertad. Lo cierto es que manejar una moto implica para aquel que la conduce mayores riesgos de resultar con lesiones graves si ocurre una colisión, en especial cuando otros choferes manejan de manera negligente. Se ha calculado que la posibilidad de resultar lesionado como consecuencia de un accidente con una motocicleta es nueve veces mayor, en comparación con las colisiones de autos y el peligro de morir es de una proporción mayor, porque un motorizado tiene una probabilidad treinta y siete veces mayor de morir por causa de las lesiones sufridas en un incidente vehicular que los choferes de autos.
¿Cómo puedo obtener la asesoría legal que necesito en esta clase de situación?
Si al incidente le agregamos que el que conduce la moto puede encontrarse bajo los efectos de haber ingerido bebidas alcohólicas o sustancias de uso controlado, entonces las probabilidades de resultar lesionado o muerto se incrementan considerablemente. En el escenario de que in incidente vehicular de una motocicleta que se relaciona con el consumo de drogas sea por causa de la conducción negligente de otro chofer, la víctima conserva el derecho a consignar una demanda civil debido a los daños sufridos, para obtener una indemnización, de modo que si este es su caso, no vaya a pensar que por el hecho de haberse encontrado en ese estado no tendrá derecho a una compensación, por el contrario, con la ayuda de abogados especializados en esta clase de incidentes, se puede demostrar que la culpa del mismo no es suya, sino del otro conductor, y, por tanto, usted conservará su derecho a ser compensado por las lesiones sufridas. Todo es cuestión de que consiga la asesoría legal adecuada y en San Diego Personal Injury Law Firm tenemos a los profesionales que usted necesita, que conocen todos estos procedimientos y saben las acciones que se deben tomar para demostrar la negligencia del otro chofer, haciendo posible que usted conserve su derecho a una indemnización justa por los daños sufridos, así que no todo está perdido, póngase en contacto con nuestra firma y nosotros nos encargaremos del resto, porque las leyes que regulan los aspectos relacionados con las lesiones físicas cubren todos los escenarios que se relacionan con las lesiones producidas por una mala conducta o por la negligencia de otro individuo. Y el resultado siempre será el mismo, que la víctima que resultó perjudicada conservará su derecho a exigir por medio de una demanda, la indemnización para resarcirse de los daños que sufrió por causa del incidente, lo que también es conocido con el nombre de una reclamación por agravios.
¿Cómo son los incidentes de tráfico con una motocicleta?
De manera general, puede decirse que manejar una moto expone a aquel que la conduce a una mayor posibilidad de sufrir graves lesiones o resultar muerto como consecuencia de un accidente que ocurra en una vía pública. Las lesiones pueden ser de muchas características y pueden afectar múltiples áreas del cuerpo, produciéndose varias al mismo tiempo, en la cabeza, cuello, columna vertebral, quemaduras bien sea por fricción o porque se escape el combustible del depósito de la moto y se incendie, huesos rotos, conmociones cerebrales, articulaciones rotas, lesiones en los ojos, pérdida de un sentido o de un miembro, dejar cicatrices o desfiguraciones, y esto solo es parte de una larga lista en la que se incluyen también las llamadas lesiones internas. Todas ellas normalmente requerirán una atención médica especializada, que normalmente resulta muy cara.
Con relación a las causas que comúnmente dan origen a esta clase de accidentes, podemos mencionar:
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Riegos de las esquinas
Cruzar por una esquina supone un riesgo para los motociclistas, porque normalmente éstas no les permiten poder visualizar si se están acercando autos por ese lado de la vía, y si la cruzan sin la debida precaución, o si quien la cruzó sin precauciones fue un automovilista, ello podría causar un incidente vehicular. Hacer un giro en una esquina demasiado rápido o muy fuerte es lo que normalmente da origen a estos incidentes y si el que giró de manera brusca fue el chofer de un auto, habrá actuado con negligencia, de modo que será responsable por los daños causados al motociclista. Pero existen otros riesgos en las esquinas, entre los que podemos mencionar:
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Una colisión con un objeto inmóvil, como una edificación o un poste.
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Cuando hay autos que se desplazan dentro de una ciclovía.
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Cuando un auto está adelantando sin la debida precaución a un motociclista.
En estos casos sí puede determinarse quién debe ser considerado responsable por los daños causados a la víctima.
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Riesgos en la vía pública
Un riesgo en la vía pública puede contribuir sustancialmente a que un accidente en moto ocurra. Los riesgos o peligros más comunes son el asfalto resbaladizo por las condiciones del clima, los baches en la vía, hojas o ramas de un árbol, el paso de un animal, la caída de un rayo y una larga lista de todo aquello que podría constituir un riesgo en la vía pública. El inconveniente se encuentra en poder establecer si existe o no un responsable con relación a los daños sufridos, porque nadie es responsable por el clima, pero sí a la vía pública debía realizársele un determinado mantenimiento para soportar las condiciones climatológicas y se encontraba resbaladiza porque ese mantenimiento no se hizo, entonces si existe un responsable.
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Girar hacia la izquierda
Realizar un giro hacia la izquierda es de las causas principales por las que ocurren indecentes automovilísticos con motocicletas. Esta clase de accidentes normalmente tienen lugar si:
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Una moto se encuentra adelantando o atravesando por una intersección.
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El chofer de un auto no está realmente atento a lo que ocurre a su alrededor en la vía pública.
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El chofer de un auto no calcula bien el lugar en que se encuentra la moto en su punto ciego y ocasiona una colisión.
Cuando estos choques se producen, el motociclista normalmente sale expelido de la moto y puede caer hacia cualquier lugar, corriendo el riesgo inclusive de ser arrollado por otro auto.
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Detenerse de manera repentina
Si un auto va desplazándose delante de una moto y de manera repentina se detiene en la vía pública, la moto alcanzará al auto por detrás, produciéndose un choque, del cual el motorizado podría salir expelido de su motocicleta hacia adelante, cayendo encima del auto o en el pavimento, y eso podría ocasionar lesiones graves e incluso la muerte.
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Cambiarse de manera insegura de carril
Un chofer de un auto puede cambiarse de carril sin haber puesto atención o siendo descuidado, sin cerciorarse de que en su punto ciego puede encontrarse una motocicleta desplazándose en la misma dirección, incrementando las probabilidades de que ocurra una colisión.
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La conducción negligente
Es usual que la causa de un accidente de este tipo se deba a que otros automovilistas conducían de manera negligente cuando se desplazaban por una vía pública, poniendo en riesgo la seguridad y la vida de un motorizado, como cuando un chofer ignora de modo intencionado el derecho preferente de paso de un motorizado, causando el accidente.
¿Por qué se han incrementado los casos de víctimas fatales o de lesiones graves o traumáticas en los incidentes automovilísticos con una motocicleta?
Esta clase de resultados de este tipo de incidentes se han incrementado debido múltiples razones, entre las cuales se encuentran:
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La inexistencia de estructuras de protección en las motocicletas, como si tienen los autos. Es por ello que el cuerpo de un motorizado siempre quedará expuesto a cualquier lesión en caso de colisiones, debido a que el impacto lo recibirá directamente su organismo y no una carrocería.
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Si comparamos a una moto con un auto, podremos observar que las motos tienen menos estabilidad, porque dependen del equilibrio del motociclista, ya que se desplazan en dos ruedas, lo que hace que sea más fácil que se desestabilicen y que se pierda el equilibrio en las maniobras que se hacen al momento de evitar colisionar con otro vehículo.
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Una moto es más difícil de detectar si se la compara con un auto, porque éstos últimos poseen un mayor volumen. Puede ocurrir que un chofer de un auto no se dé cuenta de que lleva a una moto muy cerca en la vía pública y cuando lo hacen, el tiempo para reaccionar normalmente será demasiado corto, por lo que no podrá maniobrar para evitar la colisión.
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No utilizar un casco protector puede ser una de las causas por las que un motociclista puede resultar con lesiones graves o incluso morir. Se ha comprobado que utilizar un casco protector le salva la vida al cuarenta por ciento de los motociclistas que se ven involucrados en un incidente vehicular. Además, la disposición 27803 del Código Vehicular dispone la obligación para los motorizados de utilizarlo y si no se tiene, manejar una moto sin casco constituye una infracción. En el escenario de que un motorizado tenga un incidente de tráfico que se relacione con el consumo de drogas sin llevar puesto el casco protector, es posible que se le declare responsable de sus propias lesiones, aunque puede ser en todo o en parte, debido a la teoría de la culpa comparativa que se aplica en California, en cuyo caso, sí es responsable en parte, el otro chofer deberá indemnizarlo pero sólo en la proporción en que pueda estar comprometida su responsabilidad en los hechos.
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El exceso en la velocidad es una causa común de accidentes de tráfico, ya sea que estén involucradas motos o no. Pero cuando un motorizado maneja su moto estando bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas, tienden a manejar a mayor velocidad, lo que hace que su velocidad de reacción se vea bastante disminuida frente a cualquier eventualidad, además sus reflejos no serán los mismos.
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La inexperiencia del motorizado hace que se tenga un mayor riesgo de sufrir un incidente vehicular, porque es posible que no sepa la manera en que se debe reaccionar ante determinadas situaciones o aún no se haya adaptado a manejar bien la moto.
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La edad es un factor a tomar en cuenta, porque si el motociclista tiene una edad considerable, entonces corre más riesgos de tener una colisión y resultar gravemente lesionado, porque es más frágil que un joven, además de que es posible que su visibilidad no sea tan buena y que sus reflejos para reaccionar ante una eventualidad sean más lentos.
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El alcohol o las drogas son una causa constante de este tipo de incidentes vehiculares, bien sea porque el chofer del auto estuviera ebrio o hubiera ingerido sustancias controladas, o haya sido el motorizado quien se encontraba en ese estado. Manejar después de consumir alcohol o drogas es poner en riesgo la propia vida y la de los demás que se desplazan por las vías públicas, porque esto se convierte en una amenaza para sí mismos y para otros individuos.
Incidentes vehiculares de motocicletas que se relacionan con el uso de drogas
Un accidente de una motocicleta directamente relacionado con el uso de drogas es aquel que tiene lugar en el escenario en que el motorizado o el chofer involucrado se encontraban bajo los efectos del consumo de alcohol o de drogas. Cuando se utiliza el término drogas, deben considerarse incluidos en él hasta los fármacos que hayan sido prescritos por un médico, pasando por las drogas de uso recreativo, y las sustancias prohibidas, pues en cualquiera de los casos, estas hacen que las capacidades cerebrales se vean comprometidas, limitando la capacidad de pensamiento y de respuesta oportuna del conductor o motorizado ante una situación de emergencia, incrementando incluso su nivel de irresponsabilidad en el manejo en una vía pública.
Las leyes establecen que un individuo cuyo nivel alcohólico en sangre sea igual o mayor a los 0.08% está intoxicado, por lo que no debe manejar de manera legal, pues de ser sorprendido por un control de alcoholemia en la carretera, se le impondrá una multa y se le impedirá seguir manejando, ya sea un auto o una motocicleta.
Sucede que los incidentes vehiculares en los que se encuentran involucradas motos normalmente ocurren por una intoxicación, bien sea de alcohol o de drogas, durante un paseo dentro de un grupo para recrearse y entretenerse. Cuando se maneja en grupo de motocicletas, los motorizados tienden a no hacer caso a las medidas de seguridad, bebiendo y manejando. En estos escenarios, es posible que se excedan de los límites de velocidad, o que conduzcan por un carril equivocado y que ignoren totalmente las reglas de tránsito. Esto hace que corran riesgos que son innecesarios, exponiéndolos a éstos y a los demás usuarios a peligros de colisiones y lesiones. Manejar una moto estando ebrio de noche incrementa significativamente las posibilidades de ocasionar un accidente.
Conducir una moto bajo los efectos del consumo de sustancias de uso controlado o prohibido se castiga en California como un DUI, y si además se ocasionó un incidente vehicular del cual resultaron individuos lesiones, la norma aplicable es el artículo 23153 del Código Vehicular, que es la que tipifica esta conducta como un hecho ilícito. Esa norma existe con la finalidad de proteger a todos los usuarios que se desplazan por las vías públicas, incluidos viandantes y motorizados de lesiones que puedan ser producto de un accidente. En estos escenarios, el chofer o motorizado que manejaba drogado no sólo enfrentará cargos por DUI, sino que, si la víctima así lo desea, podrá demandarlos también ante un Tribunal Civil por los daños sufridos.
Entre las sustancias que se considera que contribuyen a que se produzca un accidente en motocicleta, se encuentran:
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Fármacos recetados que producen somnolencia.
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Bebidas alcohólicas.
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Uso de drogas recreativas, cuyo consumo altera el normal funcionamiento del cerebro.
Un incidente automovilístico de motocicleta que se relacione con el consumo de drogas igualmente podría pasar en el caso de que un motorizado drogado arrolle a un viandante, impacte contra una propiedad de otro o choque con un auto. Bajo este escenario, las víctimas podrán interponer una demanda civil en contra del motorizado para el resarcimiento de los daños causados, bien sea personales o materiales. Al producirse un incidente de esta clase, los agentes policiales le practicarán un test de alcoholemia a los implicados, comprobarán sus respectivas licencias, verificarán los antecedentes de conducción de cada uno y tomarán declaración a los posibles testigos presenciales. Estas diligencias pueden convertirse en la prueba crucial para fundamentar una demanda ante una Corte Civil para reclamar la compensación de los daños sufridos, por la conducción negligente de alguno de los choferes involucrados en el incidente.
¿Cuáles son los daños sufridos que se pueden reclamar en un incidente vehicular que se relacione con drogas?
En el caso de que un motorizado o un chofer haya sido negligente al conducir su vehículo bajo los efectos del consumo de drogas y haya provocado una colisión con el resultado de individuos lesionados, éstos deben recibir una justa compensación, en particular, dependiendo de la clase de lesiones sufridas, porque existen algunas tan graves que pueden cambiar la vida de la víctima, dejarlo con una discapacidad, dolor crónico, lesiones en la espalda y hasta perder un miembro o un sentido. En este sentido, siguiendo la máxima legal de que todo aquel que cause un daño está en la obligación de repararlo, al responsable se le debe exigir una indemnización que se corresponda con todo lo que la víctima haya tenido que pagar por concepto de facturas médicas, gastos de traslado en ambulancias, medicinas, salarios perdidos, procedimientos quirúrgicos pasados o futuros que sean necesarios, fisioterapia, reparación o reposición de propiedades y hasta por los dolores y sufrimientos que haya tenido que soportar, y a todo esto se lo llaman daños compensatorios.
La suma de la compensación va a depender de la clase de lesiones sufridas así como de las características en las que se produjo el incidente. A ello se debe agregar que el responsable también tiene que compensar a la víctima por haber perdido sus salarios desde el incidente hasta su total recuperación, o por la disminución de su capacidad para producir ingresos económicos. El escenario se complica más para el responsable si producto del accidente la víctima queda afectada en sus posibilidades de poder competir de manera favorable en las oportunidades de empleo, porque pudo haber quedado limitado para realizar determinadas clases de trabajos.
Otro panorama más serio aún es aquel en el que la víctima del incidente falleció, porque su cónyuge o los parientes más cercanos que le sobrevivan tienen el derecho a demandar al responsable mediante una acción que se conoce como muerte por causa de negligencia, y son muchos los daños compensatorios de naturaleza económica y no económica que tendrá que compensar.
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